Hace apenas siete meses se confirmó la sospecha. El 9 de junio "el predictor se tiñe de rosa en el cuarto de baño". Me quedo de piedra. Ante mi estupor decido llamar al padre de la criatura que andaba de concierto por Cartagena -que grandes parajes- Javi aparenta tomarselo con normalidad pero se pone malo malísimo que casi le tienen que ingresar con una gastronteritis. Tras la noticia perdió 4 kilos.
El 12 de junio vimos por primera vez a nuestro blastocito y nos echamos a llorar. Era una bolsita pegada a otra bolsita y yo ya le quería.
Hoy depúes de todos estos meses de espera y panza abro este blog para esperar a Mario y contaros como marcha esta cuenta atras.
Preparados, listos...